Es una nueva temporada y una nueva etapa en la vida del cuasi mafioso
Enoch Thompson. Digo cuasi porque si uno lo analiza bien, el tipo no es
de la mafia, y no es trigo limpio tampoco. Hay nuevos antagonistas, como
el Dr. Narcisse y nuevas amenazas del lado de la ley (aparece
colateralmente el personaje de J. Edgar Hoover). Enoch tendrá que
reacomodar su vida con un nuevo mapa familiar y nuevas conexiones. Se
abren algunas tramas secundarias e interesantes como la del sobrino de
Enoch, que al principio parecen no conducir a nada pero con el tiempo
entendemos en qué pueden derivar. Aparece, promediando la temporada,
algún desenlace de un cabo que no había quedado del todo atado en
temporadas anteriores y que, aunque no molestaba que quedaran sueltos,
la serie se empeña en cerrar. Es así que en esta temporada vemos el
final del personaje Richard Harrow y el de Gillian Darmondy. Hay mucho
para contar, y casi todo es interesante en esta serie, que si bien está
basada en personajes y tiempos existentes, de ninguna manera intenta ser
una serie que reflejo los hechos históricos tal cual sucedieron. Hasta
esta cuarta temporada, Boardwalk Empire no ha hecho más que confirmar
que HBO, cuando se pone en serio, es capaz de lograr los mejores
productos que la televisión puede dar. Un 4. Por Gastón.
Puntajes:
Federico:
Fito:
Gastón: 4
Leo:
Martín:
Rodrigo:
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