
¿Qué decir que probablemente no sepan ya? La historia del Capitán Willard, enviado en misión suicida a asesinar al coronel renegado Kurtz (más que un personaje, una presencia a lo largo de todo el film) que es un viaje a los infiernos, donde cada secuencia se torna más surrealista que la anterior. El horror (u Horror, así, con mayúscula) de la guerra y la locura del hombre, reflexiones claras, diáfanas, plasmadas en el celuiloide de la mano de Coppola (en una cinta que casi le cuesta la vida... y la cordura) siempre al límite de la exageración, de lo bizarro, pero logrando sorprendentemente mantenerse en pie. Ayuda la increíble actuación de Martin Sheen en el protagónico y la presencia de Marlon Brando como su antagonista (o aliado, o espejo, o quien sabe qué), así como sólidos secundarios a cargo de Robert Duvall, Dennis Hooper y toda la tripulación de esa lancha que remonta río arriba hacia la locura (Frederic Forrest, Sam Bottons, Laurence Fishburne y Albert Hall). Lamentablemente la versión que capturé es la Redux, realizada en 2000-2001, que contiene escenas dejadas de lado originalmente y uno entiende los porqué: toda la escena en la plantación francesa es absolutamente inconducente y no hace más que agregar metraje a una cinta que ya de por sí es larga. Es una pedrada al resultado final, que no deja de ser un 5, pero si van a verla (o reveerla) aconsejo la versión de 1979. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 5
Gastón:
Martín: 5
Rodrigo: 5
Promedio Tripartito: 5.00
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