Una que hemos visto hasta el hartazgo: en 1988 en una casa alejada, una sesión espiritista salió mal y Mary Livingstone (la dueña de casa) terminó asesinando a cuatro de sus compañeros para luego suicidarse. En el presente, del libro de las malas ideas, página 47: un grupo de muchachos que filma un programa de "cazafantasmas" marcha a la misma casa con la intención de replicar la sesión espiritista. Ya desde el pique, con la policía llegando a la casa y encontrando cadáveres por doquier, sabemos que todo ha salido mal. Pero acaso si eso, su estructura temporal en dos niveles, es de lo mejor que tiene, junto a los protagónicos de Frank Grillo y Maria Bello (quienes merecerían estar en una película mejor). El resto, pierde rápido el interés por tratarse de una historia tan pero tan manida que termina por volverse indiferente. Un 2. Por Fito.
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