Debut del oso Seagal (cuando era flaquito y estilizado) en cine, pronto para remarse todo lo que se mueva. Aquí es un agente de inteligencia militar devenido en policía de Chicago que termina enfrentado a sus viejos compañeros. El guión es tan fino que si se lo mira a contraluz se ve a través. El chiste está en ver a Steven pegando y repartiendo hostias como panes. Visto con muy poca ambición es un rato divertido, como esas películas malas que se ve con amigos haciendo bromas mientras el tipo parte cabezas. Analizar criticamente cualquiera de los "giros" de su argumento es hundirla irremediablemente. Un 2. Por Fito.
Puntajes:
Federico: 1
Fito: 2
Gastón:
Leo:
Martín:
Rodrigo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario