En la España que vela al generalísimo Franco, dos policías madrileños son convocados a una zona pantanosa cercana a Málaga y Sevilla con el fin de investigar la desaparición de dos adolescentes, mellizas. Por supuesto, esta sólo es la puerta de entrada a una situación bastante peor y que cumplirá a pies juntillas aquello de "pueblo chico, infierno grande". Por clima y ritmo, parece en un principio la respuesta española a "True Detective" (tiene su cuota de misticismo incluso) pero pronto asume un estilo y personalidad propia. Más allá de un buen argumento policial (cortesía del propio director Rodríguez junto a Rafael Cobos), sus mayores aciertos yacen en la creación de dos protagónicos tremendamente tridimensionales en los policías (interpretados en estado de gracia por Javier Gutiérrez y Raúl Arévalo) y la resolución técnica en dos escenas puntuales de acción- una persecusión en auto y un tiroteo- que son para sacarse el sombrero. No sólo es uno de los mejores policiales españoles que he visto, sino que se cuenta entre los mejores policiales a secas que he visto recientemente. No sonó la campana, pero casi. Un gran 4. Por Fito.
Puntajes:
Federico: 3
Fito: 4
Gastón:
Leo:
Martín:
Rodrigo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario