Y… la cuerda se acaba. No llega a ser un intento fallido, pero desde la historia inicial en Despicable Me hasta hoy, hemos estirado la cuerda todo lo que da, y queda claro que no da para más. Nada falla categóricamente, pero realmente no hay una historia para contar, no hay el sentido del humor esperado ni por asomo, y finalmente todo aquello bueno que los Minions aportaron en las dos predecesoras como secundarios y como comic reliefs, definitivamente no alcanza para sustentar el foco central. Necesitamos tener lo que contar, y dado que esta historia en particular no viene fácil desde el inicio (por aquello de que es una película animada y para niños, en donde tenemos que hacer que el protagónico pase de villano a héroe, que haya una redención y/o justificación detrás de sus actos de villano, y sobre todo tenemos que generar empatía por un personaje inicialmente "malo"), resulta aún más difícil contar que el único propósito de los Minions desde siempre ha sido servir a un villano, pero que al final no puede serlo tanto y sobre todo no puede volverse real (no puede ser un violador, un dictador, un asesino en serie… tiene que seguir siendo una caricatura para niños!) porque deja completamente de tener un sentido y un propósito infantil. En fin, complejo el tema, y para mí se acaba la saga. 2 puntos. Por Rodrigo.
Puntajes:
Federico:
Fito: 3
Gastón:
Leo:
Martín:
Rodrigo: 2
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