Colette (Andrea Riseborough) es una bastante patosa agente del IRA, que al parecer lleva años como agente sin querer nunca serlo obligada por las circunstancias, que cae detenida del MI5 británico. Ahí, Mac (Clive Owen) le ofrece un trato: espíar al IRA a cambio de inmunidad y una salida para ella y su hijo. El problema es que la celula del IRA que ella conoce es su propia familia. Con esta historia el director Marsh opta por evitar cualquier estridencia y entrega un buen thriller político, que no carece de momentos tensos, pero que se compone en general de silencios, pausas e interpretaciones que corren por cuenta del espectador, especialmente en su recta final. Hay un buen elenco, pero no le toca demasiados minutos de celuloide y así depende de la suerte de cada uno para destacar (Gillian Anderson, David Wilmot) o perderse un poco (Domhnall Gleeson, Aidan Gillen). Un 3. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 3
Gastón:
Leo:
Martín:
Rodrigo:
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