Pawn Sacrifice de Edward Zwick (2014)

Biopic de Bobby Fischer, primer (y único) campeón mundial estadounidense de ajedrez, quien ganara su título además durante la tensa Guerra Fría. Fischer, prácticamente un niño prodigio, era una suerte de John McEnroe de los alfiles y caballos (si McEnroe hubiera sido un delirante paranoico) y al margen de jugar increíblemente bien en el damero, era un caprichoso capaz de no presentarse, pedir que se jugara en un sótano o declarar completamente convencido que los judíos y rusos del mundo conspiraban en su contra. La película aquí en cuestión nos ubica días antes de lo que se llamó "El Match del Siglo" -cuando Fischer enfrentó a 24 partidas al campeón soviético (y a quién nunca había vencido) Boris Spassky- pero luego se traslada a su infancia y juventud para ir construyendo desde allí. No cabe duda que la historia de Fischer era más que suficiente para ser una película, pero esta película en particular tiene algunos problemas. El primero y más grave es que su protagónico Tobey Maguire es mucho menos actor que el elenco secundario que lo acompaña (Michael Stuhlbarg, Peter Sarsgaard y muy especialmente Liev Schreiber, quien compone un perfecto Spassky). No es que Maguire lo haga específicamente mal, pero lo cierto es que no está a la altura de los otros. Luego, al menos a mí me costó muchísimo empatizar con el personaje. Ojo, quizá la idea es que nunca jamás hinches por él (no dejaría de ser novedoso: la clásica película "deportiva" dónde sabés que el protagonista va a ganar, pero querés endemoniadamente que ganen los otros) pero me suena muy raro a priori. Y por último, termina de cualquier manera, de forma por completo anticlimática. En resumen, casi dos horas con altas y bajas. 3. Por Fito.

Puntajes:

Federico:

Fito: 3

Gastón:

Leo:

Rodrigo:

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