Un apostador profesional (Peter Gallagher) vuelve a su pueblo natal en Austin, Texas, con motivo de la boda de su madre. Allí, retoma el contacto con su ex esposa (Alison Elliot) quien ha hecho malas migas con un mafioso (William Fichtner). Pronto, todos se involucrarán en un asalto. Soderbergh adapta aquí la novela "Criss Cross" de Don Tracy (conocida también como "El abrazo de la muerte" según la traducción de Javier Coma que guardo en mi biblioteca y que tuviera ya una versión con Burt Lancaster e Yvonne de Carlo en 1949) y propone lo que supongo que él entiende por cine negro. Lo hace muy a su manera- ya en esta, su cuarta película, sus formas y modos se imponen a veces como caprichos- es decir, con encuadres artificiosos, colores que encandilan y un ritmo parsimonioso por decir lo menos. No lo ayuda ni el elenco (sólo Fichtner parece convencido) ni los cambios que el guión (también de Soderbergh bajo el seudónimo Sam Lowry) hace sobre la historia original y que, por ejemplo, proponen un final absurdo y bastante inverosímil. Años más tarde, en una entrevista con motivo de la edición por Criterion de este filme, Soderbegh confesaría cándidamente que se arrepiente de mucho de lo realizado aquí, que su "corazón no estaba en la película" y que no le quedó del todo redonda. Aquí no se le niega nada a nadie, señor Soderbergh. Apenas 3. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 3
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Leo:
Rodrigo:
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