China, mediados de la década del 30. Una serie de misteriosos asesinatos -muertos a tiros que no dejan bala en los cadáveres- convoca la atención de dos detectives, ambos practicantes del método deductivo tan grato a Sherlock Holmes. Guo Zhui (Nicholas Tse) es el Holmes pistolero y hombre de acción mientras que Song Donglu (Ching Wan Lau, como siempre, a la altura) es el Holmes más autista y gracioso. Ambos, acompañados por un detective más joven que hace las veces de Watson (Boran Jing) investigarán los crímenes que ocurren en una fábrica de municiones (que es, pasos más acá, pasos más allá, un campo de concentración) poco amparados por un aparato policial corrupto. Allí donde funcionan muy bien los diálogos (con no pocos momentos de comedia), las actuaciones y las escenas (muchas y buenas) de acción no lo hace tan bien una artificial reconstrucción de época a puro CGI y un guión que en algún momento se pasa de vueltas de tuerca al grado de fastidiar un poco. Igual es un buen rato, decentemente entretenido. Otro 3 de los buenos. Por Fito.
Nota: El título internacional es The Bullet Vanishes.
Puntajes:
Federico:
Fito: 3
Gastón:
Leo:
Rodrigo:
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