Max (Taissa Farmiga) tiene una madre (Malin Akerman) que es actriz, bastante irresponsable, y bastante cool con su hija. Desde el principio pareciera que las dos están buscando hacer una vida y las cosas no son tan fáciles. La madre, tiene la mala suerte de estar asociada con un slasher de la década del 80 en el que tuvo el protagónico llamado "Camp Bloodbath", y no logra quitarse el estigma de encima. Saltamos tres años adelante, y Max tiene su grupo de amigos un tanto estereotípicos y con tal de no revelar demasiado de la trama, digamos que el grupo se ve ligado al slasher "Camp Bloodbath" de una manera inesperada para el espectador. Punto uno, está bien filmada lo cual es un raro plus para el género, tiene escenas muy bien logradas desde el lado técnico. Punto dos, tiene diálogos inteligentes y bromas ocasionales bien puestas y punto tres, extra créditos por pensar en darle una vuelta diferente a un género que parecía agotado. El reparto además pone ganas en serio y también suma una buena banda sonora. Buen 4. Por Rodrigo.
Puntajes:
Federico:
Fito: 3
Gastón:
Leo:
Rodrigo: 4
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