Debut como director de largometrajes de Edgerton, a quien yo mismo acabo de reseñar en Black Mass como actor. Una pareja interpretada por Jason Bateman y Rebecca Hall se mudan de Chicago a California por una nueva oportunidad laboral de él. Haciendo las compras para el nuevo hogar, un hombre (el propio Edgerton) se acerca y le pregunta a Bateman si su nombre es Simon, que él fue compañero de escuela y que lo identificó en la tienda. Desde ese punto de partida se construye un buen thriller que sin demasiado apuro y siempre intentando proveer antecedentes y profundidad a la historia y a sus personajes, se va volviendo incómodo y tenso con el paso de los minutos. A Bateman ese snob engreído bastante apático le sale bien, Edgerton cumple y Rebecca Hall es tal vez el eslabón más débil de la cadena. La historia está bien lograda, tiene buenos momentos, cambia el curso para no ser previsible y resuelve mejor de lo que yo esperaba. Vale un 4. Por Rodrigo.
Puntajes:
Federico:
Fito:
Gastón:
Leo:
Rodrigo: 4
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