Ray (Vincent Gallo) es un matón de poca monta que se comió un buen tiempo en prisión sin abrir la boca para vender a ninguno de sus compinches a cambio de una reducción de pena. Fuera de la cloaca lo espera Addy (Kim Dickens), una noviecita incondicional que lo quiere tal cual es. Decidido a no volver a pasar tiempo a la sombra, Ray intenta sin éxito convertirse en un ciudadano productivo y más pronto que tarde se ve embarcado en un nuevo trabajo que implica hacerse con un poco de la droga que el antiguo jefe de Ray está traficando. El plan es entrar y salir a plena luz del día con plata o droga, pero sin tiros y sin muertos. Suena bárbaro. Claro que Ray está asociado a Curtis (Kiefer Sutherland) un tipo al que matar le gusta más que el helado de dulce de leche con chispas de chocolate. Ahora estamos en una roadmovie de persecuciones mientras esta banda intenta llegar hasta un comprador para hacerse con el efectivo que les premita desaparecer del radar de la policía. La falta de pericia de Sutherland en la dirección es muy evidente por momentos, pero a pesar de eso (y de un final que quiere ser dramático y redentor) la película entretiene sin que le sobre ni un gramo de virtud. 2. Por Leo.
Nota: Truth or consequences es el nombre de un pueblo de poco más de 6.000 habitantes ubicado en el condado de Sierra del Estado de Nuevo México.
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Leo: 2
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