Walter (Bruce Willis) tiene que asistir a una cena de trabajo con su jefe y un inversor japonés. Tiene que ir acompañado sí o sí, de modo que su hermano le arregla una cita a ciegas con Nadia (Kim Bassinger), pero le advierte que no la alimente después de la medianoche... No, no, le dice que no la deje tomar alcohol. Para el caso es lo mismo, porque luego de beber un poco de champán, Nadia se convierte en un gremlin y la película se convierte en una comedia slapstick que ha envejecido muy mal, con todas sus confusiones ridículas, torpes persecusiones, caídas a la piscina, puertas y ventanas que se abren y cierran a mitad de la noche en una espiral bastante boba. Blake Edwards en sus horas bajas. 1. Por Leo.
Puntajes:
Federico: 2
Fito: 3
Gastón:
Leo: 1
Rodrigo: 2
Promedio Tripartito: 2.00
Promedio Tripartito: 2.00
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