En plena Guerra Fría un submarino soviético encalla por error en una isla de Nueva Inglaterra. Un grupo de soldados, encabezados por el joven teniente Rozanov (un Alan Arkin BRILLANTE) salen en búsqueda de un bote que pueda ayudar a desencallar el submarino. Se topan primero que nada con una familia de vacaciones (Carl Reiner y Eva Marie Saint, impecables los dos) y a partir de allí comienza el desastre. Presentados TODOS como un montón de torpes- sean estadounidenses o soviéticos- Jewison da verdaderas clases de comedia en una película que se mantiene tan fresca como hace 50 años. Y no se queda ahí, no señor, ya que en su recta final se permite (de una manera tan simple como efectiva) realizar un canto a la esperanza, a la coexistencia de los pueblos y a apelar a que en definitiva cuando las cosas importan, todos somos lo mismo sin importar dónde hayamos nacido. Un 5. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 5
Gastón:
Leo:
Rodrigo: 4
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