Tim Robbins es un ejecutivo de un estudio cinematográfico de Hollywood que no está pasando el mejor momento. Le acaban de poner un "compañero" que más que nada huele a sustitución (en la piel de Peter Gallagher) y lleva 5 meses recibiendo postales de un escritor enojado con sus rechazos que empiezan a ser amenazas de muerte. A partir de este inicio, Altman y equipo realizan una ácida reflexión de Hollywood y el mundo de relaciones que se da en las altas esferas de la farándula, con una historia que machaca y devela lo cínico que es todo y lo falso y poco estable que es este negocio. Es impresionante la cantidad de cameos que aceptan el juego de Altman (durante un rato se vuelve algo molesto no poder deducir que actor está interpretando un personaje en la historia y cual está haciendo de sí mismo) y ennumerarlos aquí a todos es un sinsentido. Basta con decir que no menos de 30 figuras de primera línea (para 1992) aparecen así sea un instante. Luego, la historia principal está muy bien llevada- al protagónico sólido de Robbins se le agregan secundarios de Greta Scacchi, Fred Ward, Vincent D'Onofrio y Brion James- y apenas si distrae una subtrama policial que rechina algo, quizá por ser impulsada por una Whoopi Goldberg en otro registro actoral por completo. Como sea, hay un timonazo genial al final que la consagra como un 4. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 4
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Leo:
Rodrigo:
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