Recreación de los segundos juicios celebrados en Nuremberg (los primeros juzgaron a los militares, estos a los jueces civiles) con afán cuasi documentalista, al menos en sus primeras tres cuartas partes. Esto es Hollywood en su máxima expresión, señores, en una de esas mega producciones que hoy día sólo podemos imaginar. No sólo por lo cuidado de la ejecución y producción de la película (en manos de Kramer, un verdadero experto en el subgénero "courtroom drama") sino por lo inagotable de su elenco: Spencer Tracy (dando lo mejor de sí, en la piel de un hombre común puesto en circunstancias extraordinarias) es el Juez Haywood, encargado de juzgar a los alemanes; Burt Lancaster es el principal acusado, Richard Widmark (notable en ese momento desgarrador que es cuando se muestran filmaciones reales en los campos de concentración) es el fiscal; Maximilian Schell el sacrificado abogado defensor (justo ganador de un Oscar por su rol) y hay espacio además para secundarios de Marlene Dietrich, Montgomery Cliff y Judy Garland (los últimos dos cada uno apenas con una sola escena, pero inolvidable en ambos casos). Es maratónica (alcanza casi las 3 horas) pero está muy bien llevada. Acaso si una excesiva dramatización (todo personaje tiene su monólogo, los principales ese diálogo clave entre ellos, etc.) la hace quedarse sin el excelente, pero es un 4 de los top. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 4
Gastón:
Leo:
Rodrigo: 4
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