El puente Oresund, una hermosa y colosal construcción de 16 km. de longitud sobre el mar Báltico, une Suecia y Dinamarca al conectar las ciudades de Malmö y Copenhague. En sueco, "bron" significa "puente", lo mismo que el término danés "broen". La serie comienza la noche en que, luego de un apagón en el centro del puente, sobre la exacta frontera entre ambos países, aparece el cuerpo de una mujer. Esta singularidad geográfica hace que los departamentos de policía de Malmö y Copenhague deban emprender una investigación conjunta. Por el lado sueco, tenemos a Saga Noren, una muy peculiar detective que carga con un evidente síndrome de Asperger, convirtiéndola en una verdadera analfabeta emocional. La acompaña Martin Rhode, un detective danés sin peculiaridades visibles, se trata, ni más ni menos, que de un buen policía. Los primeros episodios de la serie son realmente buenos, por al menos dos motivos: el primero es Saga Noren; el segundo, la construcción del antagonista en las sombras. El asesino, rápidamente bautizado como "el terrorista de la verdad", pareces estar utilizando sus crímenes para dar lecciones morales públicas sobre la hipocresía reinante en las bienpensantes sociedades nórdicas. Al convertir sus acciones en un show bien montado, utiliza los medios masivos de comunicación y las redes sociales para volverse un trending topic. En cierta forma, este asesino oculto tiene mucho del "Fulano de Tal" que nos aleccionaba en "Seven", si sustituimos la moral religiosa por la moral antioligárquica. La serie hace muy bien, entonces, la primera mitad del trabajo: el planteo. ¿Qué pasa con el desarrollo? No está a la altura. Y detrás de la fotografía tan cuidada (cada plano de exteriores es un deleite y probablemente nunca antes se le sacó tanto jugo estético al puente Oresund), detrás de la excelente banda sonora y de su plantilla de notables actores, una vez más, la que flaquea es la pata del guión. En cierta forma, lo que puedo objetarle a Bron/Broen es lo mismo que puedo señalar de la mayoría de las series que he visto (no son muchas): la necesidad de estirar aspectos argumentales no por motivos inherentes a necesidades narrativas, sino de formato. Esto provoca que la historia pierda tono muscular o que caiga en el abuso reiterativo de ciertos recursos (el más frecuente: el flashback partido, del que capítulo a capítulo se nos van mostrando apenas unos segundos más, como en un goteo de suspenso). Esta serie ya tiene una segunda temporada, además de dos remakes: The tunnel (Francia-Inglaterra) y The bridge (EEUU-México), ninguna cuenta con el elogio casi unánime de la crítica que sí cosechó la original escandinava, cuya primera temporada se queda en un 3, en mi opinión. Por Leo.
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Gastón:
Leo: 3
Martín:
Rodrigo:
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