Cuando Disney compró Pixar, compró varias cosas. Si, compró una empresa en franco ascenso y exitosa, compró talento, pero también y fundamentalmente si me preguntan a mí, compró una manera de hacer las cosas. No me malentiendan, el sello Disney está, la infalible puñalada emocional nunca puede faltar, pero se nota en este trabajo a todas luces que hay otra mentalidad detrás de su creación. Hay una historia muy inteligente, hay una mirada muy humana, hay un FENOMENAL sentido del humor, hay cariño y amor detrás de los personajes que se presentan y todo funciona a la perfección. Hay una punta al final claramente abierta para una secuela, y déjenme decirles que sólo puedo contar los minutos hasta que llegue. Hay aventuras, hay momentos emotivos hasta las lágrimas, y por sobre todo hay humor del bueno. Nada debería sorprendernos ya de Docter, responsable de la maravillosa Up y de la estupenda Monsters Inc., y de las historias además de Toy Story, Toy Story 2 y Wall E, y sin embargo una vez más, nos sorprende. Por una vez en la vida, la historia no presenta tragedias familiares horribles a lo Disney, ni momentos desgarradores que cicatrizaron a generaciones enteras (desde Dumbo llorando bajo la lluvia hasta la mamá de Bambi… mi Dios!), y con la frescura de este nuevo enfoque, que en realidad ya no es nuevo para la gente de Pixar, no queda más que ponerse de pié y aplaudir. Por si faltaba algo, las voces de Amy Poehler, Phyllis Smith, la inconfundible voz de Richard Kind, Bill Hader, Mindy Kaling, Diane Lane y el gran, gran, gran Lewis Black, hacen que el viaje sea incluso mejor. Sonoro 5. Por Rodrigo.
Puntajes:
Federico: 5
Fito: 5
Gastón: 5
Leo:
Martín:
Rodrigo: 5
Promedio Tripartito: 5.00
Promedio Tripartito: 5.00
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