George, Max y Ricky (Rupert Evans, Kenny Doughty y Joseph Kennedy) son un trío de rock con poco talento y menos disciplina que a su vez trabajan todos como cocineros en el Asilo para Criminales Dementes Sans. Corre el año 1989 y el asilo enfrenta un abandono casi total por parte del condado, funcionando en sus mínimos. ¿Y adivinen qué? En lo mejor del baile, se vino el apagón. Así es, la película tiene dos mitades bien definidas: una primera para mostrarnos a nuestros protagonistas (los antes mencionados, más personal del manicomio, algún loco) y una segunda mitad de caos total cuando un apagón suelta a todos los reclusos. Bastante tensa y sangrienta (aunque nunca deja de ser sobria y austera, a pocos pasos del terror británico actual) desarrolla bien una situación bastante vista. En su recta final se incorpora una subtrama innecesaria (si hay o no un loco detrás de todo, cual mente maestra) lo que le resta algo de "punch" final, pero lejos está de perder su sólido 3. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 3
Gastón:
Leo:
Martín:
Rodrigo:
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