En el medio de la Patagonia, en uno de esos pueblos olvidados y perdidos, una mujer que anda todo el tiempo con su bebé sale sorteada para participar de un programa de televisión. Este programa se realiza en lo que parece ser una ciudad cercana, pero que ni llega a capital de provincia. Para allí parte tamibén un anciano retirado a buscar a un perro que se le había perdido y del cual parece haber noticias. En sentido contrario (desde la gran ciudad hacia el pueblo) viene un vendedor viajante con una torta de cumpleaños para el hijo de una clienta a la cual intenta seducir. Todas estas (y alguna más mínima) componen este cuadro de historia minimalistas, como el propio título de la película. Al igual que en su sucesora Bombón el perro, Sorín usa el recurso geográfico de la Patagonia como escenario y utiliza actores desconocidos o directamente amateurs. El resultado es muy bueno. Un 4. Por Gastón.
Puntajes:
Federico:
Fito:
Gastón: 4
Leo:
Martín:
Rodrigo:
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