Reconstrucción de los hechos reales que rodearon en 1957 a la detención de Rudolph Abel, un supuesto espía soviético en territorio estadounidense y de la defensa que de él hizo el abogado James Donovan. Semejante caso tuvo cola, ya que inmediatamente o casi luego del juicio, Donovan fue el encargado de negociar el intercambio de Abel por un piloto de la fuerza aérea que había sido derribado en la URSS. Simplificando, esta que nos ocupa son dos películas en una. La primera es de juicios y la segunda es de espías. Ambas están filmadas con tremenda elegancia por Spielberg (y una gran reconstrucción de época y banda sonora) pero la primera es mucho mejor película que la segunda. Es al momento de llegar Donovan a Alemania del Este cuando empieza el guión a flaquear, incluye raros giros de humor (algo puede tener que ver que el guión sea de los Coen, pero lo que suele salirles tan bien en sus películas acá se siente al menos curioso) y un montón de personajes torpes y excéntricos del lado alemán o soviético. No llega a caerse del todo gracias a Tom Hanks (que como siempre, descolla) y a un gran secundario de Mark Rylance (de quien sin embargo nos olvidamos bastante en sendos tramos) pero queda en un simple 3. Por Fito.
Puntajes:
Federico: 4
Fito: 3
Gastón:
Leo:
Rodrigo:
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