Myra Hudson (Joan Crawford) lo tiene todo: es una multimillonaria heredera, pero además una dramaturga de éxito. En el estreno de su última obra en New York tiene un entredicho con el actor principal, a quien se despide. Después, lo reencuentra en el tren de regreso a su hogar en San Francisco y a las claras, resuelve que estuvo mal con el hombre, que lo trató de manera injusta y que es un encanto de tipo. Tan encantador es, que no tardan nada en casarse. Pero, y aquí se esconde el giro, mal te puede ir si ese actor no es otro que Jack Palance, quien grita "villano" a los cuatro vientos y encima no tarda en aparecer otro personaje interpretado por Gloria Grahame quien grita "femme-fatale" con la misma fuerza. Todo funciona bien en este film-noir pero las decenas de películas- contemporáneas y posteriores- que han desarrollado argumentos parecidos le juegan bastante en contra, ya que se puede adivinar paso a paso toda la trama sin mayor dificultad. Cierto es que el trío protagónico actúa convincentemente y el tramo final es un mecanismo de relojería, donde el director Miller se destapa como un virtuoso, pero nada de esto hace tampoco que el filme sea más que un buen 3. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 3
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Leo:
Rodrigo:
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