Brandeville es un pequeño pueblo en EEUU que viene creciendo a pasos agigantados. Su mina de cobre produce cada día más y eso ha provocado una expansión. ¿Y qué implica una expansión de este tipo? Más dinero. Y ese dinero se acumula en el banco de un pueblo que está lejos todavía de haber perdido sus maneras de pueblo chico, dónde todo el mundo conoce a todo el mundo. Eso será aprovechado por un trío de delincuentes profesionales (Stephen McNally, el jefe, J. Carrol Naish, el cerebro, Lee Marvin, el nervioso) para asaltar el banco el sábado que da título a nuestra historia. Pero antes, la película se tomará un buen rato para contarnos al respecto de varios de los habitantes de Brandeville que por un motivo u otro se verán relacionados al asalto. Así, conoceremos al ingeniero de la mina (Victor Mature, el protagonista de esta función, por una vez no sobreactuando), al más joven de los dueños de la mina, a su esposa, a una enfermera, al gerente del banco que codicia a la enfermera, a la esposa del ingeniero, al amante de la esposa del más joven de los dueños de la mina, a una bibliotecaria con deudas... en algún momento esto se hace largo e innecesario (no estamos en una novela de Dostoievski tampoco, don Fleischer) pero por suerte no tardan en volver a la acción nuestro trío de asaltantes y ahí la película recuerda su alma de film noir (a pesar de ser en un hermoso technicolor). Un sólido 3, en definitiva. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 3
Gastón:
Leo:
Rodrigo:
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