Tercera parte de la saga de vampiros y hombres lobo, esta vez en tono de precuela (que tan de moda se ha puesto) rastreando los orígenes de las eternas disputas hasta una suerte de medioevo o dark ages. Dificilmente una tercera parte sea una obra de arte, pero Rise Of The Lycans no llega ni a eso, pésimamente mal actuada, sin la estrella fundamental de la serie, Kate Beckinsale pero con una Rhona Mitra sospechosamente caracterizada muy parecida a la Beckinsale; muy floja por donde se la mire. De todas maneras lo peor de todo es Bill Nighy que de verdad exagera con su cara de cólico constante haciendo de Viktor, el más malvado de los malvados. Típico ejemplo de sagas que empiezan bien y la progresión no solo es en caída libre, sino que parece no acabar jamás, ya que está anunciada una cuarta parte. 1 punto. Por Rodrigo.Puntajes:
Fito: 2
Gastón:
Martín:
Rodrigo: 1
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