Nueva York, año 1968. Frank Lucas (Denzel Washington) es el silencioso chofer y recadero de uno de los más carismáticos jefes mafiosos negros de Harlem. Pero cuando el jefe muere inesperadamente, Frank decide aprovechar la puerta que ha quedado abierta en la estructura de poder para construir su propio imperio y hacer realidad su versión del sueño americano. Gracias a su ingenio y a una estricta ética de los negocios, se hace con el control del tráfico de drogas en el corazón de la ciudad. Richie Roberts (Russell Crowe) es un policía marginado que conoce bien las calles y que comparte con Lucas ese estricto código ético que les aparta del resto, claro que en lados opuestos de la ley. Al cruzarse estos dos personajes estallará la confrontación. Uhhh que peliculón, un excelente trabajo del director, que logra dos personajones, un guión bien armado y una historia atrapante. Una fotografía espectacular y otra cantidad de cualidades, hacen de ésta película una joyita. Una mini crítica; un poco lenta y perdida en los primeros minutos, pero para luego si, descubrir una maravilla. Un 5 gigante. Por Federico.
Puntajes:
Federico: 5
Fito: 5
Gastón: 4
Martín: 3
Rodrigo: 4
Promedio Tripartito: 4.20
Este es el Riddley Scott que me gusta. Con historia, guión, actuación creíble y equilibrio entre fotografía y contenido.
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