Una historia que arranca bien de bien. Un joven español sufre una condición severa de la piel, que hace que no se pueda exponer al sol porque sufre quemaduras graves en corto período de exposición. Suena familiar?. Entre él y el médico, convencen a mamá de mudarse a un pueblito en medio de la montaña en donde las horas de luz solar son pocas. Llegan y se instalan en el pueblecito e intentan adaptarse a la nueva vida. Hasta estas alturas, el trabajo viene entero, sobre todo con una fotografía tremenda. Desafortunadamente, de ahí en adelante, empieza a perder rumbo, pierde tensión, agrega elementos a la trama dando el parecer de que había que rellenar, y lo que parecía una historia diferente de vampiros, no es de vampiros, lo que habita en los bosques tampoco es lo que parece, y obviamente el pueblo tampoco lo es. El entrevero es tal, que hasta cambia el estilo de filmación, y cambia la gran fotografía y el paso cuidado que traía por secuencias de cámara en mano (la handycam da un hiperrealismo que se está poniendo cada día más de moda en el género) que golpean directamente en la cara de todo lo planteado por el principio y medio. Un 2. Por Rodrigo.
Puntajes:
Christian:
Fito:
Gastón:
Martín:
Rodrigo: 2
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