Esto comenzó queriendo ser una película de fantasmas, tal cual lo anuncia su título, pero en realidad es como un gran engaño, o mejor dicho, un gran gancho comercial; que diseña 12 fantasmas que se ven increíbles, pero que cada uno tiene 4 minutos de pantalla porque no alcanza el tiempo. Una familia que perdió a la madre recibe una herencia de un tío, interpretado por F. Murray Abraham; una muy peculiar casa de cristal. De más está comentar que tan pronto se mudan las cosas se complicarán a cada minuto. Pobre oferta la de 13 ghosts al final del día, mal actuada, llena de lugares comunes, predecible… se escapan los efectos bien logrados y la estética interesante. Apenas 2. Por Rodrigo.
Puntajes:
Federico: 1
Fito: 2
Gastón:
Martín: 1
Rodrigo: 2
Promedio Tripartito: 1.50
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