Un filme por demás difícil de reseñar porque parece como que uno quiere criticar la Biblia o algo por el estilo. La obra está totalmente basada en el disco homónimo de Pink Floyd del año 1979, o para intentar hacerle justicia debería escribir que la obra esta totalmente basada en esa increíble, genial, maravillosa, única, obra de arte que le cambió la silueta al mundo como lo conocíamos y dejó una marca imborrable en varias generaciones. Cuando alguien le preguntó al propio Roger Waters sobre el trabajo de Parker en la película, Waters respondió: "es como si Alan hubiera abierto mi cerebro, y el cerebro colectivo de la banda, hubiera visto lo que hay dentro, y con lo que vió hizo la película". Tanto disco como película son dos trabajos increíblemente personales, desgarradores, crudos, violentos y desesperados sobre las experiencias de vida del propio Waters, con toques ficticios, que terminan por explorar el crecer, el convertirse en un ser humano derecho y decente, el sobreponerse a las pérdidas dolorosas, a la guerra, a la crianza estricta y a superar los propios miedos, depresiones y limitaciones en un mundo que no permiten fácilmente quebrantos a la norma. Si por mi fuera, le daría 1,341 puntos; pero respetando la escala, son 5. Por Rodrigo.
Puntajes:
Christian:
Fito:
Gastón: 5
Martín: 3
Rodrigo: 5
Promedio Tripartito: 4.33
En su momento me impactó. Con el paso del tiempo no me impacta tanto pero sigo reconociendo que es una buena película, como musical y como "manifiesto postmoderno", si se quiere. Parker entiende de estas cosas y aquí se nota bastante.
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