Drama deportivo, con poco de deportivo y poco de drama. Como película no explora mucho la situación dramática planteada, la verdad, no es una tragedia griega, y la parte deportiva del asunto tampoco está muy desarrollada que digamos. Básicamente la película ES Sandra Bullock, que justo es decirlo, está enorme en el papel de madre de familia blanca y cristiana, Leigh Anne Tuohy. Es como un verdadero tren fuera de control, que no conoce de frenos y que se rifa el cuero en cada chance que la vida le da. Alguna que otra situación está planteada un tanto teatral de más, si se quiere pero en nada le quita mérito. Una familia de clase alta norteamericana se topa en su camino con un enorme muchacho negro de 17 años sin norte, sin pasado, sin ayuda de nadie, sin nada más en este mundo que la ropa que trae puesta. La conciencia cristiana del personaje de Bullock la lleva a extender su mano y cambiarle la vida al joven muchacho. El otro punto alto de la película es Jae Head, como comic relief de la trama que se roba cada escena en la que le dan chance. Lo reconfortante de la película es que es una historia verídica sobre la vida del tackle izquierdo ofensivo de los Baltimore Ravens, Michael Oher, y según declaraciones del propio Oher, salvo alguna dramatización exagerada, es bastante fiel a lo que fue su vida. Al final, lo mejor; una secuencia de fotos del verdadero Oher y su familia adoptiva, bastante conmovedora. Nunca pensé que escribiría algo así, pero la Bullock, vale la entrada. Venga un 3. Por Rodrigo.
Puntajes:
Fito: 4
Gastón: 4
Martín:
Rodrigo: 3
Promedio Tripartito: 3.66
Promedio Tripartito: 3.66
No hay comentarios:
Publicar un comentario