Alain Delon es Jeff Costello, el más frío de los asesinos franceses que, tras mandarse un error en su último trabajo, comienza a ver cómo una olla de mierda de proporciones gigantescas se le viene encima. Melville dosifica la tensión en esta joyita del cine negro jugada por entero a los silencios de Delon y a la labor de Francois Perier, quien le da vida al comisario encargado de cazar al primero. Filmada con un tono preciosista, de a ratos se vuelve lúgubre para acompañar el derrotero vital de su protagonista. Un 5. Por Martín.
Puntajes:
Federico:
Fito: 3
Gastón:
Martín: 5
Rodrigo:
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