Lucy (Scarlett Johansson) es una muchacha común y corriente que vive en una de estas ciudades asiáticas estilo Hong Kong (no recuerdo si se menciona la ciudad). Por mala suerte y un novio bueno para poco, en cuestión de minutos de iniciado el film, Lucy se ve en medio de un tremendo problema: cae en manos de un mafioso local, el siempre bárbaro como villano Min-sik Choi, quien decidirá utilizarla a ella como mula para transportar drogas en su abdomen. Este es el escenario que Besson utiliza para meterse con un tema de vanguardia como lo es la utilización que los humanos hacemos de nuestro cerebro y qué pasaría o de qué seríamos capaces si en lugar de utilizar cerca del 10% de su capacidad como hacemos en este punto en la historia, pudiéramos utilizar un 20, o un 40 o un 60% de su capacidad. No sé si la consideraría una película de ciencia ficción, o más bien un simple drama con fuertes dosis de acción. Besson logra una película dinámica, ágil, y visualmente interesante, mientras que la historia no es todo lo redonda que uno hubiera querido pero termina por alcanzar a entretener. Johansson haciendo lo que mejor sabe (verse con cara de buenérrima y atorrantona, ambas cosas las logra con holgura!) y Morgan Freeman hace la plancha tranquilo. 3 puntos. Por Rodrigo.
Puntajes:
Federico:
Fito: 2
Gastón:
Leo:
Martín:
Rodrigo: 3
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