The Long Ships de Jack Cardiff (1964)

Cuenta la leyenda que con el oro que los cristianos arrasaron en las Cruzadas forjaron una gigantesca campana a la que bautizaron "La Madre de todas las Voces". Dicha campana legendaria hace varios cientos de años que nadie la ve, pero no por eso no se la busca, sino que en particular para un Emir moro (Sidney Poitier) es motivo de vergüenza y obsesión. En su camino se cruza un vikingo errante, pícaro y parlanchín (Richard Widmark) quien jura haber visto la dichosa campana, aunque bien puede ser que mienta para conseguir lo que quiere (salvar su vida, por ejemplo). Y la mesa está servida: vikingos contra moros por un tesoro fabuloso. En los papeles debería ser la aventura perfecta, pero a decir verdad le sobran unos veinte minutos (de charlas entre los personajes que no vienen mucho a cuento de nada). Su otra hora cuarenta en cambio es muy entretenida, cargada de peleas, persecusiones, traiciones y bataholas con cientos de extras. Poitier se sobra para su villano y todo lo que Widmark no tiene de vikingo (que no tiene nada, ni un pelo) lo compensa con picardía y carisma. Un par de buenos secundarios de Gordon Jackson y Oskar Homolka bien que ayudan. 3 de los buenos. Por Fito.

Puntajes:

Federico:

Fito: 3

Gastón:

Leo:

Rodrigo:

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