They Were Expendable de John Ford (1945)


Nada mejor que un buen Ford para recuperar el placer de ver cine. Se nos cuenta aquí las aventuras del 3er Escuadrón de Lanchas Torpederas en pleno estallido de la WWII en las islas Filipinas. El grupo, compuesto por 6 lanchas, deberá irse ganando un lugar en la batalla y el respeto del resto de la Marina, que no cree en la utilidad de las lanchas torpederas en las batallas navales. Hijo de su época y fiel reflejo de la propaganda que puede llegar a adolecer el cine en cualquier momento, el canto promilitarista puede llegar a cansar (al punto de que se torna inverosímil ese conjunto humano que acata órdenes permanentemente sin discutir, sin protestar). Amén de esto, hay muy poco desarrollo de personajes, y sólo los protagónicos (John Wayne, Robert Montgomery) tienen cierta profundidad (el elenco secundario es una masa de rostros irreconocibles, donde sólo el imprescindible Ward Bond consigue destacar). Ahora bien, en manos de Ford este material reluce. El mayor director americano de todos los tiempos aporta dos horas largas de material hiper parejo, donde no falta emoción, aventura y humor. No contento con el resultado global, aporta además perlas de genialidad en escenas puntuales (el primer enfrentamiento entre dos torpederas y un crucero, que es un prodigio de espectacularidad; un bombardeo a un hospital con planos cerrados a los rostros angustiados; un baile de confraternidad que se realiza entre soldados y enfermeras, absolutamente en penumbras para no atraer al enemigo, que es de una belleza visual que emociona; el discurso emotivo que brinda Wayne durante el entierro de dos de sus hombres, donde se destapa con un monólogo que estremece). Es increíble que un film con más de 65 años sea aún esta montaña rusa de emociones. Solidísimo 4. Por Fito.

Puntajes:

Federico:

Fito: 4

Gastón:

Martín: 4

Rodrigo:

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