Ben Johnson y Harry Carey Jr. son dos vendedores de caballos que, por conocer al dedillo la peligrosa región del Valle de San Juan, se ven oficiando de guías de una caravana de mormones que viaja a establecerse en la frontera de Utah. Al peligro de los indios hay que sumar la topografía de la zona y a la banda de los Cleggs, una familia de forajidos que merodea por la zona. La película se la roba Ward Bond componiendo a un ministro mormón que no puede dejar de maldecir. Es de destacarse especialmente la fotografía en blanco y negro -cortesía de Bert Glennon- y la banda sonora a cargo de The Sons of Pioners. Lamentablemente, el filme se apura demasiado en los 15 minutos finales -pero demasiado- y hace uso de aquel facilismo de volver tirador implacable a quien nunca usó un arma en su vida. Un 3. Por Martín.
Puntajes:
Federico:
Fito:
Gastón:
Martín: 3
Rodrigo:
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