Leonardo Sbaraglia en la piel de un corredor de seguros, quien además corre como pasatiempo, que se las verá de a cuadritos con la enigmática aparición en su vida de Raimundo (Miguel Ángel Solá), un ser inquietante y poderoso que parece saber cosas del pasado del personaje de Sbaraglia que podrían costarle caro. La película parece sufrir del intentar ser más grande que ella misma, ya que todo se termina ensombreciendo en una atmósfera de misterio que oculta más de lo que deja entrever y al cabo de un rato al espectador deja de interesarle lo que hay detrás de esa cortina. En dos palabra, lenta y aburrida. Un 2. Por Gastón.
Puntajes:
Federico:
Fito:
Gastón: 2
Martín:
Rodrigo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario