Es notable como pueden desvirtuarse las cosas. Como este estupendo western sobre venganza ambientado en la construcción del ferrocaril que cruzaba de costa a costa EEUU derivó en un culebrón cuasi romántico, dónde los personajes se desvirtuaron casi que por completo. Hay buenas intenciones del elenco (cumplieron todo el camino Anson Mount, Colm Meaney, Common y especialmente el ignoto Duncan Ollerenshaw con el personaje más interesante de la serie) pero hacia el final, era tal el desbarajuste que ya no interesaba más quien moría, porqué moría y porque no se mataba al hijodeputa ese que ya debería estar muerto hace seis capítulos. Abandono la serie con la sensación de ver una gran oportunidad desperdiciada. Un 2. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 2
Gastón:
Martín:
Rodrigo:
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