The Internship de Shawn Levy (2013)

Es difícil saber qué odiar más en estar película. Una alternativa son los dos personajes principales presentados, dos vendedores de otra época que no se ajustan a la nueva tecnología y que no paran de hablar estupideces que pierden su trabajo y consiguen una pasantía en Google nada menos, porque todos sabemos lo simple y accesible que es conseguir una pasantía y un puesto en Google; o los dos actores que los encarnan, el imbécil, cara de nada, con los mismos eternos recursos humorísticos de toda su carrera Owen Wilson, o el patán, grosero, grotesco e insoportable Vince Vaughn; o una tercera alternativa, los estereotipos de secundarios planteados para conformar un "grupo de gente graciosa"; o una cuarta, un villano implacable e innecesario, o quinto ese patético guión que nos plantea que dos vendedores maduros y acabados pueden perseguir el "american dream" y alcanzarlo sin habilidades, sin estudios y sin preparación. Este último creo que es el más desagradable de los escenarios planteados, que haya alguien en Hollywood con la intención, realmente maquiavélica intención, de perpetuar el engaño de que existe algo llamado "american dream" una noción que se murió en la década del 60 y que aplicaba para inmigrantes bajados del barco, que apenas con un oficio en sus espaldas podían conseguir una vida nueva y hasta volverse ricos. Ese mundo no existe más y es ofensivo ver ejemplos de cine como este, que se esfuercen por perpetrarlo. Hoy en día, por muy fantástico, innovador y diferente que sea Google como empresa, la gente que allí trabaja, tienen doctorados, posgrados, masters y todo tipo de preparación. Para peor de males, la historia tiene tan poca intención de proponer algo más allá de lo que Vaughn y Wilson puedan hacer, que no se saltean ninguno de los lugares obvios que existen, incluyendo la patética historia de amor forzada o el terrible, realmente terrible discurso de Flashdance, o el mensaje nada sutil de que "la persona" es más importante que la tecnología y que el paisaje es más valioso que la pantalla de la laptop. Cuanta tristeza que haya quienes piensen en Hollywood que esto es un producto que merece la pena comercializarse. 1 punto. Por Rodrigo.

Puntajes:

Federico: 3

Fito:

Gastón:

Martín:

Rodrigo: 1

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