Cristopher Plummer encarna al residente más iracundo del hogar para ancianos Motion Pictures, un residencial destinado a viejas glorias del cine que ya nadie recuerda. El viejo pasa las horas viendo películas de los años cuarenta (en las que él participó como electricista) y enojándose con todo el mundo hasta que aparece la posibilidad de volver al cine de la mano de un joven estudiante que debe filmar un corto para el colegio. El filme es una clara bofetada al estamento empresarial de Hollywood y al difícil sitio que ocupa la vejez en una sociedad consumista y que rinde culto a la estética y la banalidad. Un sobrio Mick Pileggi compone uno de los mejores secundarios. Un 4. Por Martín.
Puntajes:
Christian:
Fito:
Gastón:
Martín: 4
Rodrigo:
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