Sintetizar la mejor metanfetamina que se pueda conseguir en el mercado parece ser una buena manera de conseguir dinero fácil. Aunque si pensamos con detenimiento nos damos cuenta de que una cosa es obtener el producto y otra muy distinta es colocarlo. Este segundo paso es esencialmente la debilidad de nuestros personajes. Al final de la temporada anterior habían contactado con un tipo no muy confiable y emocionalmente volátil para que se encargara de ello. La cosa no venía muy bien rumbeada y todos sabíamos que esta relación no podía terminar en buen puerto. Así que hay que seguir intentado crear la red de distribución y, dicho de otra manera, profesionalizarse si se quieren ganar esos miles de dólares que son necesarios para el tratamiento del cáncer. Debo decir que esta es una gran serie y que la segunda temporada es, a mi entender, mejor que la primera, aunque la primera es indispensable, ya que mucho del valor que tiene la serie se sustenta por la construcción de los personajes que venimos conociendo de antes. Bryan Cranston se ganó un lugar entre mis actores favoritos en el mundo de las series de TV, y ha demostrado con creces estar a la altura de un personaje por demás exigente. Aaron Paul entrega algunos buenos destellos de actuación y creo que como secundario puede estar a la altura de alguna nominación; bueno acabo de chequear que se ganó un Emmy en el 2010 y estuvo nominado en el 2009. Dean Norris en el papel de Hank está muy bien también, aunque creo que en su caso lo notable es el personaje y no tanto la actuación. Los mejores episodios de la serie, aunque aclaro que no son mirables como unitarios, son: #2.6 Peekaboo, donde hay una descripción del ambiente que puede existir en una familia constituida por dos padres adictos a la metanfetamina y un niño de tres años que es espeluznante; #2.8 Better Call Saul, donde aparece un nuevo personaje habitual al ya rico reparto y cuya secuencia de apertura es la mejor que he visto en un tiempo; y #2.9 Four Days Out, donde Walt y Jesse se van al medio del desierto a “cocinar” y la cosa se complica, ésta tiene tintes de comedia que ayudan a aliviar la tensión de la serie. Los puntos flojos, que le llevan a perder la puntuación perfecta, son: un inicio no del todo bueno de temporada y un final que no me cerró por un par de coincidencias que creo que no venían a cuento. En conclusión un 4 y cuenten conmigo para reseñar la tercera temporada, aunque le voy a dar un tiempo para arrancar a verla. Por Gastón.
Puntajes:
Federico: 5
Fito:
Gastón: 4
Martín: 4
Rodrigo: 3
Promedio Tripartito: 4.00
Promedio Tripartito: 4.00
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