Parece que hay una ley internacional, o algo similar que permite que aquellos restos o hallazgos que se encuentran abandonados en el mar, son de quien los encuentra. Una suerte de “finders keepers” como dicen los norteamericanos. En fin, esa premisa nos lleva a conocer a los personajes de esta historia: la tripulación de un barco remolcador que se dedican a surcar los mares buscando objetos de valor que hayan quedado abandonados, principalmente navíos que valen por el acero con el que fueron construidos. En una de sus andanzas por el mar de Bering darán con transatlántico enorme, abandonado, que aún flota, aunque se está hundiendo de a poco. Tiene alguna que otra secuencia bien filmada, con algún intento de manejar el suspenso adecuado, pero poca cosa más. Gabriel Byrne hace lo que puede en el protagónico, pero al final del día la historia es demasiado plana y da para poco. 2 puntos. Por Rodrigo.
Puntajes:
Federico:
Fito: 2
Gastón:
Martín: 1
Rodrigo: 2
Promedio Tripartito: 1.66
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