En las postrimerías de la Primera Guerra Mundial, Conan lidera a su equipo de asalto, zaparrastrosos pero infalibles, tomando trincheras y posiciones enemigas a granada y cuchillo en la frontera búlgara. Siguiendo a este personaje y a su amigo, el Teniente Norbert (igual de valiente que el protagonista, pero más culto, tranquilo y disciplinado) el maestro Tavernier se permite una reflexión sobre la guerra y la paz (inmediata a la guerra, una paz a medias) y la miseria del ser humano, sin despreciar recursos tan gratos del cine bélico o de aventuras así como pasajes de estupendo buen humor. Philippe Torreton (Conan) y Samuel Le Bihan (Norbert) relucen en los protagónicos. La imposibilidad de vivir en tiempos de paz o como el matar pasa de ser un acto de heroísmo a asesinato, en una reflexión amarga a fin de cuentas. El cine de Tavernier siempre deja, siempre hace pensar. Tavernier siempre es valioso. 5, señores. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 5
Gastón:
Martín: 5
Rodrigo:
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