El gran WARREN OATES es John Dillinger en una composición que deja al Dillinger de Johnny Depp a la altura de un osito Gummy mientras que BEN JOHNSON es un Melvin Purvis que deja al agente que compone Christian Bale a la altura de la vaca Clarabella. Esto no va en desmedro de PUBLIC ENEMIES (un sólido 4) pero donde en éste filme todo se recubre de cierta picaresca y juego de gato y ratón entre el bandido y el representante de la ley, en la película de Milius es violencia descarnada, lisa y pura violencia descarnada. Las secuencias de acción (robos a bancos, tiroteos sobre puentes, graneros, carreteras) son espectaculares, grotescas por momentos: no hay caidas en cámara lenta ni juegos de edición; acá, vuelan los pedazos de carne, salpica la sangre, etc. Oates y Johnson rinden muchisimo al igual que Richard Dreyfuss en el papel de Baby Face Nelson. La banda sonora y la fotografia son notables. El guión no para, no para, no para. Un sólido 5. Por Martín.
Puntajes:
Federico:
Fito: 4
Gastón:
Martín: 5
Rodrigo:
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