Berlín, 1966. El muro. Los soviéticos. Los británicos. El Mossad. Espías. Traiciones. Y Harry Palmer. Michael Caine interpreta por segunda vez al díscolo operativo del MI5, una de sus mayores creaciones, en una historia complejísima, dónde nada es lo que parecer ser al mismo tiempo que todo puede pasar. Palmer viaja a Berlín con la misión de ayudar a un General Soviético (un genial Oskar Homolka) a desertar, pero, como decía antes, lejos está esto de ser tan simple. Es notable como Guy Hamilton, director de la mítica "Goldfinger" de James Bond, se mueve tan a gusto con una historia ubicada en las antípodas, donde nada tiene glamour sino que todo es gris, burocrático y sórdido (creíble, en una palabra). Apenas algún facilismo en el final dejan al filme en un sólido 4. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 4
Gastón:
Martín:
Rodrigo:
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