My Fair Lady de George Cukor (1964)


Empecemos advirtiendo que no soy hombre de musicales. Es un género que me cuesta, me saca de sintonía, al que no estoy acostumbrado. Con eso en mente, puede ser cosa mía el poco entusiasmo que me despertó este legendario musical, al que encontré decepcionante. Hay un cúmulo de cosas que no funcionan bien: un montón de actores gringos que buscan pasar por ingleses (dónde el único actor que sobresale, Stanley Holloway, efectivamente SI es inglés), actores que no desafinan, pero que están lejos de brindar buenos números musicales (Rex Harrison el primero) y una Audrey Hepburn (actriz que adoro con todo mi corazón) sencillamente insoportable, más estridente que una bandada de cacatuas. Esto sumado a un filme de casi 3 horas, que propone una y otra vez situaciones estiradas, estiradas, que apuesta a un fastuoso vestuario o producción como mayor carta y, como todos bien sabemos, eso está lejos de alcanzar. Otro 2 más. Por Fito.

Puntajes:

Federico:

Fito: 2

Gastón:

Martín: 3

Rodrigo:

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