The Private Life Of Sherlock Holmes de Billy Wilder (1970)


Robert Stephens compone a un particular Sherlock Holmes -casi sin ninguna de sus marcas distintivas- enfrentado a espías alemanes, una sociedad secreta londinense y al mismísimo monstruo del Lago Ness. Hermosamente filmada (todas las secuencias que transcurren en Escocia son impresionantes), el filme no pierde nunca el ritmo y se sustenta en un mecanismo de relojería argumental y en un puñado de soberbias actuaciones, entre las que brilla especialmente la de Colin Blakely como el doctor Watson. Un sólido 5. Por Martín.

Puntajes:

Federico:

Fito:

Gastón:

Martín: 5

Rodrigo: 3

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