Dos imbéciles de cuidado (Goldie Hawn- insoportable- y William Atherton) cruzan en fuga medio Texas con el fin de llegar a recuperar a su hijo, que está en manos de los servicios sociales. Al sinsentido de su fuga, se suma un operativo policial al límite de la sátira, con 150 patrullas que los siguen permanentemente. Comedia dramática que significó el primer filme estrenado en cines por Spielberg donde, a pesar de aciertos técnicos, todo es de una estupidez redomada: el guión, los personajes, las actuaciones. Dura largos 107 minutos, alimentada con secuencias que no vienen a cuento de nada (ejemplo, la historia de dos patrulleros de Louisiana que se suman a la persecusión, los vemos probar sus autos nuevos, conversar en la ruta, ocupar metraje abundante, sólo para que choquen ni bien llegan con otra patrulla y salgan de la persecusión y de la película cómo si no hubieran estado). Quiso la historia que Spielberg luego mostrara toda su valía- que es mucha- y que no quedara trancado en este horripilante 1. Por Fito.
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