Si algo tiene el género de terror es la cantidad de subgéneros que ha engendrado. Por ejemplo "de caníbales". Así es, todo un subgénero para ver a un grupo de pobres desgraciados que terminan en la mira de congéneres con un curioso sentido alimenticio. En este caso particular, el grupo de desgraciados lo conforma una joven antropóloga que viaja al Amazonas paraguayo a probar que jamás existieron los caníbales sino que fueron un invento de los conquistadores para justificar su crueldad (del libro de las malas ideas, capítulo 11) acompañada por su hermano que es fotógrafo y una modelo (que nunca se explica muy bien a cuento de qué va). Una vez allí se topan con dos buscadores de esmeraldas en fuga. Bueno, no hay que explicar mucho más por dónde va este explotation, verdad? A las horribles penurias que se van a ver obligados a cursar, se suma un componente al menos curioso en el filme que es el de mostrar un montón de bichos comiéndose a otros bichos (de a de verás) como si fuera un giro sádico en un especial de National Geographic. Así, vemos una anaconda que se come a un coatí. Un leopardo que se manduca no me acuerdo qué y hasta la tribu de turno descuartizando y morfándose en vivo a una tortuga gigante. Al margen de todo esto, la película falla sobre todo en guión, ya que incluye una inconducente subtrama en New York (a la que volvemos una y otra vez sin que venga mucho a cuento de nada) y varios giros ridículos a cargo de nuestro grupo de desgraciados en la selva. Quedamos en un 2. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 2
Gastón:
Martín:
Rodrigo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario