Un dramón de campeonato bien contado por Figgis. Ben Anderson es un escritor que está pasando por una etapa horrible en su vida, y como no sabe salir ni encuentra la luz al final de túnel (así sean las luces del tren que viene en sentido contrario) decide que lo mejor que puede hacer con su vida es irse a Las Vegas a tomar alcohol hasta morir. En el proceso conoce a una prostituta y entre ellos desarrollarán un extraña relación. De lo último realmente rescatable que le recuerdo a Nicholas Cage, bien la preciosa Elizabeth Shue acompañando y bien por un guión consecuente. 4 puntos. Por Rodrigo.
Puntajes:
Federico:
Fito:
Gastón: 4
Martín:
Rodrigo: 4
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