Clásico filme de monstruos de la década del 50, con experimento cientifico que deviene en una tarantula de 75 metros que devora todo a su paso. Más allá de buenos efectos especiales- muy ingeniosos, la especialidad del director Arnold- la historia es muy, muy chata, las actuaciones olvidables todas (así como los personajes tremendamente unidimensionales) y hay tonterías como que durante 75% de la película nadie vea nunca a un bicho del tamaño de una colina que para colmo anda en un desierto. Apenas 2. Por Fito.
Puntajes:
Federico:
Fito: 2
Gastón:
Martín:
Rodrigo:
Uy, quien lo hubiera dicho, así que después de todo alguien si filmó mi peor pesadilla.
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